martes, 6 de diciembre de 2011

CELAC: UN PASO MÀS HACIA LA CONSTRUCCIÒN DE LA PATRIA GRANDE LATINOAMERICANA

Patria y Pueblo vive con gran alegría la constitución de la CELAC y se considera convocado a colaborar en la materialización del enorme desafío que implica la propuesta de reunificar la Patria Grande.



La reunión de la CELAC es un nuevo Congreso Anfictiónico, esta vez sin intervención de potencias extrañas a Nuestra América, que retoma la gesta de los grandes emancipadores y en especial la del más grande de todos, el caraqueño americano Libertador Simón Bolívar.



En la propuesta venezolana aparecieron explícitamente las mejores páginas de Jorge Abelardo Ramos, un acontecimiento que los socialistas de la Izquierda Nacional no podemos sino considerar también, en plena justicia, el ansiado resultado de nuestros desvelos de largas décadas.



La propuesta de la CELAC empieza a poner en marcha las tesis estampadas en ese trabajo genial. La unidad de los países de América Latina, el "nacimiento de un gigante" al decir del Presidente Hugo Chávez, se ha convertido por fin en un objetivo compartido por los mandatarios de los 33 países latinoamericanos y caribeños, sin distinción de ideologías e incluso por encima de los estrechos intereses de algunos de los sectores sociales en que se apoyan algunos de ellos.



Un interés superior, el interés de la protección de Nuestra América frente al desastre del sistema mundial en caída libre desde 2008, empujó a los más remisos. Y el mismo interés superior empujó a los más entusiastas a abrazar a los primeros y a acompañarlos en su camino.



De resultas de esa convergencia, el 3 de diciembre de 2011, a sesenta años exactos del deceso del gran precursor, el socialista latinoamericano Manuel Ugarte, cayeron las barreras ideológicas entre los gobiernos del vasto mundo que se extiende desde el Río Bravo hasta el Polo Sur. De este modo empieza la respuesta definitiva de los latinoamericanos al fracaso inevitable del intento recolonizador de la globalización neoliberal que alcanzó su punto máximo durante la década de 1990.



Una ola de descontento masivo que encontró sus más altas expresiones en los alzamientos argentino y boliviano de 2000 y 2001 permitió abrir un nuevo rumbo que, ante todo, llevó a desmontar las maquinaciones imperialistas en Mar del Plata en 2005. Hoy los Presidentes y Primeros Ministros de la Patria Grande iniciaron el trazado de una ruta que solo puede culminar exitosamente con la unificación gran nacional de todos nuestros países en la "nación de patrias" por la que lucharon los grandes libertadores.



Patria y Pueblo, el partido de los socialistas de la Izquierda Nacional en la Argentina, se suma a la alegría de los buenos patriotas por estos acontecimientos históricos, que ahora corresponde consolidar. No se trata, en efecto, de lanzar grandes declaraciones, ni de generar una organización formal desasida de las necesidades concretas, una de "repúblicas aéreas" que tanto temía Bolívar.



Ahora corresponde asegurar lo obtenido contra las intrigas que tramarán las potencias imperialistas, viejas enemigas de nuestra unificación. Estamos en el instante histórico en que hay que forjar los cimientos de esa Patria Grande que, otra vez, está llamada a ser un ejemplo para las naciones.



Republica Argentina, 5 de diciembre de 2011

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